Empire State o Top of the Rock.

Hay algunas actividades imprescindibles en un viaje a Nueva York. Y subir a uno de sus rascacielos para admirar la ciudad desde las alturas es, sin duda, una de ellas. Para ello, hay dos opciones principales: el Empire State o Top of the Rock, en el Rockefeller Center.

En realidad, este post es un poco sesgado. Solo podemos hablar desde nuestra experiencia de subir al Top of the Rock. Dejamos el Empire State para otra ocasión por falta de tiempo y por dinero (al final, ambas entradas son un buen pellizco). Además, ya sabéis, hay que dejar algo siempre pendiente para volver…

Está claro que el Empire State es una de las atracciones más famosas de Nueva York. Acuden al año más de 4 millones de turistas ya que sus 102 plantas se han convertido en uno de los mayores iconos de la ciudad. Pero no fueron pocas las personas que habían visitado Nueva York y que, cuando estábamos preparando el viaje, nos dijeron la misma frase “El Empire es único pero, si subes, no ves el Empire. En el Rockefeller sí”. Es algo tan obvio que pasa desapercibido muchas veces.

Así que nosotros, como teníamos que elegir uno de los dos, optamos por el Top of the Rock, la terraza del Rockefeller. Y nos encantó nuestra elección. No solo porque vimos el Empire State entre el famoso skyliner de Nueva York, sino porque en el otro lado de la terraza teníamos Central Park a nuestros pies.

Central Park desde Top of the Rock
Central Park desde Top of the Rock

 

En cualquier caso, ya elijas el Empire State o Top of the Rock, tenemos un par de recomendaciones:

 

Recomendación imprescindible I

Si no vais con Pass, reservad las entradas con antelación. Os ahorráis colas de espera y, sobre todo, os aseguráis entrar a la hora que queréis.

 

Y precisamente sobre esto viene la…

 

Recomendación imprescindible II

Mirad a qué hora atardece los días que vais a estar y coged las entradas unos 15 o 30 min antes de que se ponga el sol. No hay límite de tiempo para estar en las terrazas, y de esta manera os aseguráis dos puntos de vistas muy diferentes: Nueva York de día y de noche, y de regalo intermedio, un precioso atardecer.

 

Vista desde el Top of the Rock
Vista desde el Top of the Rock

 

Nosotros estuvimos unas 2h y media. Subimos sobre las 16h (fuimos en diciembre, el sol se ponía antes de las 17h) y disfrutamos de Central Park con luz (de noche no hay apenas iluminación en el parque) y del impresionante espectáculo nocturno de los edificios en el otro lado.
Como digo, algo imprescindible que te permite ver la ciudad que nunca duerme desde otra perspectiva. Dejas de ser un pequeño punto entre inmensos rascacielos para pasar a tenerlos a tus pies.

 



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